Bacalao confitado sobre hummus

Una combinación que personalmente me encanta.

He descubierto que el hummus combina muy bien con pescados y mejor si son de sabor fuerte (en tostas con salmón ahumado por ejemplo).

Así que aquí os pongo un 2 en 1

Ingredientes

* Para el hummus:

Con estas cantidades sale bastante hummus, pero el que sobra aguanta bien en la nevera como una semana en botes cerrados. (Yo uso los de la comida china).

1 Bote de garbanzos cocidos (400g)
66g semillas sésamo tostadas
1 C/S Aceite de sésamo
110g Aceite de oliva
130g Zumo limón (O aderezo de limón)
80g Agua
1,5 C/P Cominos molidos
2 dientes de ajo
2 C/P sal

* Para el bacalao y presentación:

Para 2 personas mas o menos.

- 1 lomo de bacalao congelado (300g aprox)
- 2 dientes de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 cayena
- Pimentón dulce

Preparación

*Hummus

Se mezclan las semillas de sésamo con el aceite de sésamo, la mitad del aceite de oliva, y del zumo de limón. Se bate hasta que quede una pasta homogénea.

Se añade el ajo, los cominos y la sal y se sigue batiendo.

Se añaden los garbanzos y el resto de los ingredientes y se bate bien todo. La cantidad de agua se puede modificar, ya que de ella dependerá la textura final.

*Bacalao

Preparar una cacerola y añadir suficiente aceite para cubrir el bacalao. Para no desperdiciar aceite, que sea lo más pequeña (de diámetro) posible.
Si es un lomo de bacalao muy grueso, cortar en lonchas de similar grosor para que se cocine por igual.

Se pelan y laminan los ajos y se añaden al aceite en frío, junto con la cayena partida en 3 o 4 trozos.

Se calienta el aceite a fuego bajo hasta los 80º aprox durante unos 6 minutos para ir confitando las láminas de ajo. Rebajar el fuego al mínimo para que se mantenga alrededor de los 65/70º, añadir el bacalao (con la piel en la parte de abajo y asegurándose de que queda cubierto por el aceite) y cocinar unos 15 minutos, tras lo cual se deja enfriar en el propio aceite. (Viene muy bien un termómetro de cocina o de infrarrojos)

Presentación

Este plato se puede consumir en frío o con cierto contraste de temperaturas. El hummus no se calienta, pero el bacalao sí puede servirse caliente.

Se cubre el fondo del plato con una cantidad generosa de hummus. Se quita la piel del bacalao y se separa en láminas, que se reparten en la parte central del plato. Se añaden los ajitos, se espolvorea con pimentón y con una cuchara se hacen unos hilos con el propio aceite del confitado.

Otra alternativa, es dejar que el aceite se enfríe totalmente y montar un pil-pil con ayuda de unas varillas eléctricas, en vez de usar sólo el aceite.